Ser payasa, se nace o se hace?
No sé cuando me descubrí como payasa. Sí puedo decir que ser payasa/o es un arte. Es atreverse a mostrar la locura propia, el delirio, lo ridículo. Es dedicarse a hacer público eso que haces frente al espejo cuando crees que nadie te ve.
Los payasas/os hacemos bello lo feo, lo ordinario extraordinario y lo ridículo fuente de conocimiento. Es la paradoja del payaso. El público se ríe no sólo por lo que hace el payaso, también por lo que representa.
El payaso, ajeno a la norma, es incapaz de vivir al ritmo que este mundo impone. Con su lógica absurda, anda siempre delante, detrás o fuera de la realidad cotidiana.
Ser payasa no sólo es una profesión, es una actitud ante la vida, un compromiso personal con la sociedad. Ser payasa es una cosa muy seria.