“Al mal tiempo buena cara” sostenía mi abuela.
Una señora con las ideas claras, sobre todo después de tomarse media botella de whisky.
Decía que le venía bien para hacer la digestión. Y todas las sobremesas se ponía a llorar.
Entonces nos daba más dinero para que le compráramos más whisky, y seguir llorando.
Parece ser que lloraba por ‘Las Penas’.
Nadie me explicó quien era esa familia y nunca les pude ver.
Se rumoreaba que salían a escondidas.
Crecí imaginando como sería la presencia de esa gente y que algún día, tendría la oportunidad de encontrarles, al voltear la esquina de la calle.
Como mi abuela casi nunca estaba sobria, nadie la tomaba en serio -sospechar es tan fácil-
Sin embargo, a mi la intuición me decía que mi abuela, hacía cosas bien valiosas.
Ahora de mayor, yo también necesito whisky para digerir la vida.
Y en las noches mas embriagadoras, puedo sentir la presencia de Las Penas.
Esa familia de mi abuela.
A veces, hace falta tener algo distorsionada la realidad para entenderla tal y como es. Tal vez sea porque nos acostumbramos a ella y nos hacemos poco observadores.
Gracias. Un saludo
Siempre he pensado que cuando yo llegue a esa edad en que ya me considere «vieja» seré de esa manera. No sé si tomaré para ahogar mis penas pero sin duda voy a aplicar la filosofía «fuck it»… ya estás grande, a esa edad ni quién te detenga..haré lo que me plazca y me la pasaré tomando y fumando librrmente marihuana estoy segura.
A veces hasta ya se me antoja estar así y disfrutar del malemadrismo. Estoy mal? …en verdad la idea me resulta gratificante.
Felíz año!
Mejor comienza ahora …. la libertad se tarda en conseguir….en el caso de que existiera … yo no creo.
Un saludo y feliz 2016.