Adoro cada una de las veces
que voy aniquilando esos egos
que se interponen entre mi vida y yo.
En busca de la libertad que cualquiera
de ellos quiere arrebatarme…
No creo en Dios ni tengo tierras,
sino hablaría como Escarlata O’Hara.
Aunque mis palabras son igualmente rotundas.
Juro que éste último que ha caído,
jamás volverá a meterse en la cama conmigo.
—————- Ja, ja, ja …….
ha caído otro de mis egos … con mis propias manos.
No podrán conmigo … !!
Algún día seré la persona que merezco.