El otro día estaba en un ‘centro cívico y de la cultura’ y la persona que lo lleva, me dijo que podía actuar cuando quisiera … Gratis.
Me puse a reír. Después me puse a llorar.
Me vio tan afligida que me dijo que podríamos llegar a un acuerdo.
Y ahí comenzamos con el regateo. Disculpe le dije, me apeo.
Estoy cansada del trapicheo.
Podría entenderlo con semejantes que llegan a fin de mes, a duras penas …
Sin embargo, suelen ser macro empresas que ganan cantidades ingentes de dinero o con laborales que tienen su sueldo, el cual pagamos entre todos y se creen con derecho, como si de pernada se tratara.
No se confundan. Una cosa es hacer el trabajo con amor, y otra muy distinta, es trabajar por amor al arte, tan extendido en este oficio.
Lloro el alma. Vocablo que utilizo porque me sirve para representar lo que no se ve, se come o se calza … Y a mí me duele.
Sí espectador, te sientas a mirar, para que alguien con mucho valor, te cuente, que otro mundo es posible.
Para que puedas volar en el tiempo …
Y salir de esa rutina de consumo y producción
que aplasta de igual modo cuando nos quitamos la máscara …
Cómo hemos llegado los cómicos, tan abajo en el escalafón ?
Quizá en parte tenemos la culpa por aparentar cosas que no son.
No trata de eso nuestro arte ?
Nunca destaqué por ser una mujer inteligente y tampoco me importó. Aún así he aprendido a saber muy bien lo que es el valor. El puto valor de vivir aunque no me quieran.
SIN IMPUNIDAD
No tengo la culpa de ver el mundo como si de la primera vez se tratara.
Fuerza cielo 🌼
Eres única, Raquel Martínez! Eres preciosa y única, Angosta Di Mente!! Besos
De las ilusiones y la necesidad de expresar se valen.
Un beso