Hay fuegos imposibles de apagar
y el aire aviva la llama
El ímpetu me cegó.
No fue cierto que no quería verte más.
Sueño bailar contigo otra noche.
No quiero pensar.
Solo quiero un cuerpo.
Un cuerpo que sea el tuyo.
Atrévete
Atraviésame el alma por los siglos.
O mátame para siempre.